Dia a día se levantaba con algo de flojera. Escogía su ropa , abría su placard, ese lugar donde el desastre hacía de las suyas. Calzones, medias, pantalones, buzos usados despues de gimnasia del día anterior ,y entremedio su fiel perfume, ese aroma que la caracterizaba, esa fragancia alimonada que por donde pasaba , adonde estaba, dejaba el rastro y la fragancia de su presencia, quedando el perfume para que los que la amaban y la deseaban quedaran con el recuerdo de aquella carreterita, esa morena sensual, esa morena simpática a las que todos! se le pegaban como una lapa.Después de la ducha,- donde quedaba la seguidilla de ropas tiradas, toallas mojadas y donde el vapor debía ir cortándose con un cuchillo para poder mirarse al espejo-. Jesús tomaba sus libros de la universidad, su mochila, vistiéndo con prendas colgantes, aquellas que no permitían ver sus curvas; tomaba su bicicleta y se deslizaba pedaleando camino abajo , contra el viento, pudiéndose divisar desde lejos su pelo rojo que volaba como fuego encendido en una fogata estudiantil.
Jesús reía, organizaba jolgorios, viajes, fiestas...lo primero es lo primero! copeete poh.!decía, con su inherente simpatía.Su lugar era la compañía, esa comparsa de jóvenes, y no tan jóvenes y tal vez mujeres putas y no tan putas -como dice Kramer-, amigas con problemas y no tantos problemas, amigas cínicas y no tan cínicas, amigas leales y a veces no tan leales, amigas al final y que , muchas, envidiaban a Jesús por ser tan auténtica, tan simpática, cariñosa, complaciente, y sobre todo, tan sociable.
Un día , en su bicicleta, paseando por el pueblo, alrededor de las 10 de la noche, sintió que el camino cambiaba sus colores, todo se trasformaba, todo volaba, los árboles eran de distintos tonos, las casas se movían,!! y de sus ventanas asomaban miles de paraguas volando!!. Jesús, asustada, no supo que hacer, vió el sol brillar en el horizonte y miles de colores naranjos....era extraño- decía, son las 10 de la noche y hay sol. Pasó por su cabeza todo el tiempo de su vida, y comprendió que era feliz,quiso seguir sintiendo esa sensación, - se dijo, no todos pueden ver los colores, el sol naciente, y yo estoy sintiendolo, !! siento felicidad ,-veo los árboles maravillosos con hojas coloridas!-..entonces siguió y pedaleó y pedaleó...cruzó cerros, volcanes en erupción, montañas con nieve , voló con el viento y la lluvia, y volvían los colores, las flores y los ríos. Entonces siguió pedaleando hasta que llegó a una casa. Aquella casa era blanca, entera de turrón,casi como la de Hansel y Gretel, había juguetes y cascabeles,-que hermoso se dijo-, pero , que hermoso!. entró a la casita y vió, cómo dos pajarillos azules tendían una pequeña camita de tonos amarillos y azules, ellos cantaban y la invitaban a seguir husmeando en aquella pequeña casita. Jesus, quedó tan maravillada de todo lo que veía, que quiso permanecer en ese lugar..-no quiero irme de aqui!- decía, -..
Abrió entonces otra puerta, pero esta puerta era una puerta especial, medía casi dos metros de alto, y ella que era bajita ,casi no alcanzaba la manilla.Arrastró una silla de chocolate, se trepó para alcanzarla, y al abrir la puerta, una música linda, pero tan linda envolvió profundamente su alma, y al cruzar el umbral, mil flores y aromas a limon la recibían para contarle que...............
Jesús escucho que su madre entonaba una hermosa canción, de a poco abrió sus ojos para seguir viendo aquella casita..aquella camita, ese aroma tan perfecto, pero ya no habia nada de eso. Sólo era un hermoso sueño.
Tendrás que cuidarte mucho,_le dijo el médico,- pues tu bebé necesitará mucho de tí.
Jesús, al salir de la consulta, mira al cielo, sonríe y se prepara para su nueva vida, y grita ¡¡¡¡ yuuuuppppiiiiiiiiiiiiiii!
